
La dramaturga, novelista y guionista estadounidense, conocida por su compromiso político con causas izquierdistas, sufrió la caza de brujas Macartista (fue acusada de estalinista), lo que tiene un claro reflejo en su filmografía. El ciclo de este año incluye toda su obra para cine.
En 1932 se divorció de Kober. Hellman conoció entonces a Dashiell Hammet, comunista y autor de novelas policíacas, y ambos trabajaron juntos en Hollywood como guionistas.
Su primer trabajo tuvo un gran éxito: La hora de los niños (The Children’s Hour, 1934). Traducida a veces como La calumnia, la obra aborda el escándalo suscitado en una pequeña localidad de provincias norteamericana por las falsas acusaciones de lesbianismo proferidas por una alumna contra dos profesoras; el drama anticipó las delaciones políticas de la era de McCarthy. De ahí que, en 1952, volviese a ponerse en escena La hora de los niños, de la que Hellman destacó en primer plano sus valores políticos.
Otras obras de gran éxito de Hellman son Crías de raposa (The Little Foxes, 1939), despiadada denuncia del mundo de los especuladores sudistas, y Watch on the Rhine (1941), que trata de la pasividad norteamericana ante el fascismo. Crías de raposa, como ya había sucedido con La hora de los niños, fue llevada al cine por William Wyler, con Bette Davis con protagonista.
El poco éxito de algunas obras posteriores, así como sus obligaciones como enviada especial a diversos países europeos, desvincularon paulatinamente a Hellman del teatro. Después de unos treinta años dedicados a diferentes actividades culturales y ricos en homenajes públicos tras la muerte de Hammet, ocurrida en 1961, el resurgir de las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam y la administración de Nixon reactivaron el antiguo radicalismo de Hellman.
En 1969 apareció el primer volumen de sus memorias, Una mujer inacabada (An Unfinished Woman) al que siguió un segundo volumen, Pentimento (1973), del que surgió una película (Julia) protagonizada por Jane Fonda y Vanessa Redgrave; el tercer y último volumen se tituló Tiempo de canallas (1976). En su novela Maybe (1980), teñida de autobiografía, el problema de la reconstrucción precisa de los hechos adquiere connotaciones metafísicas. El recuerdo de episodios de la historia política norteamericana (el macartismo sobre todo, y la espinosa cuestión de las relaciones de los intelectuales con el comunismo, estalinista o no) provocó reacciones y acaloradas polémicas.